Este poema lo escribió Vincent Van Gogh a su hermano Theo con quien se carteaba a diario. Es brillante como lo era él. Sus pinturas están llenas de color y luz. Hoy en día sus pinturas valen millones de dólares y él vendió solo una en toda su vida.
Aquí les dejo el poema de Vincent a su hermano:
Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos,
los que hacen promesas
los que imploran mirando el cielo,
los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas,
los que siguieron jugando cuando se acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última vez.
Convencidos de que la vida misma es un desafío.
Sufren, pero no se quejan.
Porque saben que el dolor pasa.
El sudor se seca. El cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
la satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos hay la misma
cantidad de músculos.
En sus venas corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes
es su espíritu.
La determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega
superando a los demás,
sino superándose a uno mismo.
Buena semana para todas! Y con mucho espíritu!
4 comentarios:
Hola amiga ¡Cómo estas?, tejiendo tus cuadritos?, maravilloso poema de un alma tan tormentosa, un gran abrazo
Muy bueno el poema... todos los genios pobres o locos!!! que vida esta....
Amiga yo tejo leo y pinto la mona jajajajaja.. es unaabroma lo que quiero decir es que tengo poco tiempo pero sepas que estaré a cualquier llamadita de mis amigos!! Un abrazo!!
Excelente!!!!
Gracias por compartir.
Un abrazo desde Montevideo, Uruguay
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